El objetivo del yoga, según la concepción occidental, es la búsqueda de la armonía, de la unidad del cuerpo y la mente. Para Patañjali, es también la cesación de las modificaciones mentales (citta), fuentes del karma. Este estado forma parte del momento presente y es potencialmente accesible para todo ser humano. «En el corazón del Yoga hay un mensaje importante: todo ser humano es naturalmente equilibrado y completo porque el Ser no puede ser destruido o dañado. Esta es nuestra naturaleza inherente, y el yoga es el camino hacia una mayor conciencia de esta entidad interior, el Ser.
«Cuando seguimos con constancia el camino del Yoga, éste adquiere una profunda importancia en nuestras vidas. En el interior, nos permite actuar de acuerdo con nuestras necesidades, intenciones y valores más queridos. Externamente, nos enseña a fortalecer nuestro cuerpo, a relajar y equilibrar nuestro sistema nervioso y a encontrar la paz y la concentración en un objeto. En última instancia, se dice que el yoga conduce a la realización directa de nuestra verdadera naturaleza.
El yoga es una filosofía sin exclusividad: todas las convicciones, incluso religiosas o humanistas, pueden encontrar su lugar en ella. Sin embargo, el yoga no es una religión. El yoga propone la unión, las opciones religiosas o no siguen siendo respetadas. Lo esencial es el cese de las perturbaciones de lo psíquico: el respeto a los demás, la paz y la no violencia (o Ahimsâ).
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